1ª parte
I – Introducción
II - ¿En que consiste el ajedrez 960?
III - Ventajas y desventajas
2ª parte
IV - Sorteo de la posición inicial
V – Reglas del enroque
VI - Nuestras computadoras y el ajedrez 960
VII - Notas finales
Introducción
Hay mucha información sobre el ajedrez 960 y sin embargo sigue habiendo algo de confusión y controversia. Por eso voy a intentar enfocar este artículo, más que en una recopilación de datos y más datos, en tratar dar una visión clara de esta variante del ajedrez.
Lo primero es muy obvio, hay que explicar en que consiste el ajedrez 960, también llamado ajedrez aleatorio de Fischer, y después aclarar cuales son sus ventajas y desventajas.
Este juego que tanto nos apasiona, con el tiempo ha ido desarrollando un inconveniente. La fase inicial tiene unos caminos ya muy estudiados, que hace que el juego esté muy "automatizado" en esos primeros compases.
Tanto es así que estas aperturas y defensas tienen sus propios nombres (apertura española, defensa Caro-Kann, defensa siciliana, apertura central, apertura de los 4 caballos, defensa Alekhine, etc.), y el conjunto de todas ellas constituyen el denominado "libro de aperturas". Hasta tal punto está automatizada esta primera fase, que las computadoras y programas de ajedrez, a pesar de su enorme potencial para analizar miles de jugadas por segundo, utilizan estos libros de aperturas en el inicio de una partida, y no el análisis de las mismas.
Debido a este automatismo inicial, el ajedrez se está convirtiendo en una "preparación de aperturas", de tal forma que un jugador dotado de una buena memoria disfruta de una importante ventaja que le permite salir victorioso ante jugadores superiores en cuanto a su comprensión del juego de ajedrez, su creatividad o su capacidad de análisis.
Por eso Bobby Fischer, único estaunidense campeón del mundo oficial de ajedrez, con la idea de revitalizar y popularizar más este juego, estuvo varios años trabajando en una variante que lo alejara de esta memorización de aperturas y diera una nueva vida al ajedrez del siglo XXI. En 1996 presentó esta modalidad. Con ella los jugadores podrían ser juzgados por su creatividad y talento y no por su capacidad de memorizar aperturas.
¿En que consiste el ajedrez 960?
Todos conocemos la colocación inicial de las piezas en el ajedrez clásico. Si variamos esa colocación de una forma aleatoria, es decir, distinta para cada partida, ya no servirán los libros de aperturas, porque cada vez que iniciemos el juego, las piezas no estarán en el mismo sitio. Ese cambio se hace mediante sorteo justo antes de empezar la partida y por supuesto será el mismo para ambos bandos, pero quedando las piezas blancas y negras colocadas de forma simétrica, al igual que ocurre en el ajedrez clásico.
Para conservar las reglas del juego, no desvirtuarlo y mantener la esencia del ajedrez clásico, los peones no cambian su colocación de inicio, que es la misma que han tenido siempre. Solo se cambia la colocación de las piezas de la primera fila, pero además cumpliendo dos condiciones:
1) Los alfiles tienen que estar situados en casillas de distinto color, como en el ajedrez clásico.
2) El rey ha de quedar en algun lugar entre las dos torres, con lo cual nunca podrá estar colocado de inicio en las esquinas, ni las torres podrán estar en casillas contiguas. De esta forma se puede mantener el enroque, y así conservar todavía más esa esencia clásica mencionada.
Por ejemplo, podrían quedar los dos alfiles juntos, en casillas contiguas (son de distinto color). Tambien podrían quedar las dos torres con el rey en medio, en tres casillas contiguas. O la dama en una esquina. O sencillamente un posición casi idéntica a la clásica, en la que el único cambio sea una torre con su posición intercambiada con la del caballo contiguo... etc.
Pero debido a que hay un cambio en la colocación inicial de rey y torre, tambien cambia la forma de hacer dicho enroque y por tanto las reglas del mismo. Excepto ese detalle, la mecánica del juego no cambia nada, todas las piezas mantienen su potencial y posibilidades defensivas y ofensivas.
Siguiendo esas dos condiciones mencionadas, las 8 piezas de la primera fila se pueden colocar de 960 maneras distintas, incluída la disposición clásica. Este número de combinaciones posibles es el que da nombre a esta modalidad, que impide memorizar 960 hipotéticos libros de apertura, algo fuera de las posibilidades de la mente humana.
Ventajas y desventajas.
Ya sabemos en que consiste y realmente no es tan diferente del ajedrez clásico. Tenemos las mismas piezas, se mueven de la misma forma, usamos el mismo tablero y disponemos de los mismos tiempos, y no olvidemos que el ajedrez es un juego de espacio y de tiempo, y por tanto seguirá siendo importante controlar el mayor número de casillas posibles en la fase inicial del juego.
La primera ventaja, al empezar cada vez de una posición distinta y por tanto no disponer de fase de apertura, con un inicio menos automático, es que se parte de cero y la lucha y la emoción empiezan desde el primer momento, con movimientos menos previsibles.
Otra ventaja es que disminuyen las posibilidades de tablas, ya que debido a los diversos inicios de partida es menos probable entrar en esos caminos de tablas a los que conducían algunas conocidas aperturas.
Otra más es que la parte táctica de una partida se puede presentar desde el mismo inicio de la misma, lo cual es difícil que se produzca en el ajedrez clásico. Esto ayuda muchísimo al jugador a incrementar su visión de juego ya que está obligado a buscar recursos tácticos de todo tipo desde el mismo comienzo de la partida.
Pero la ventaja más importante ya la hemos comentado en la introducción. Se consigue que la capacidad de análisis del juego, la táctica y la creatividad estén en el primer plano de una partida de ajedrez, por encima de la capacidad para memorizar aperturas.
Como desventaja solo se me ocurre una, si es que lo es, la de tener que sortear la forma de colocación de las piezas cada vez que se va a iniciar una partida. Pero comentemos algo de esto.
Seguiremos con el resto de contenidos, muy interesantes y curiosos, en la 2ª parte.